Un 19 de abril, pero de 1942, la firma inmobiliaria Ungaro y Bárbara Sociedad Anónima (SA) llevó a cabo el primer trazado y loteo de una antigua estancia ubicada al norte del partido de Moreno que posteriormente se transformaría en la localidad de Trujui, una de las más pobladas del Oeste.
Este terreno originalmente le pertenecía a Juan Francisco Arechavala, quien adquirió una parte de la quinta "La Luz" el 13 de septiembre de 1919 frente a la Ruta Provincial número 23 y cuatro años después otra porción de la lindante "Sans Souci", convirtiéndose en el propietario de unas 296 hectáreas.
Allí trasladó el haras (criadero de caballos de carrera) que originalmente tenía en el pueblo bonaerense de Lincoln y edificó su chalet, al estilo arquitectónico renacentista español, con mayólicas, jardines y un parque con una arboleda a la que el tiempo dio frondosidad y singular belleza paisajística. Esa fue la primera construcción de la zona.
Con el paso del tiempo, Arechavala fue vendiendo tales tierras de a poco, tomando como puntapié inicial aquel trazado del 19/4 de 1942, donde se dividieron 174 quintas de 1.200 a 2.500 metros cuadrados cada una. El domicilio fue adquirido décadas más tarde por la Congregación de Hermanas de la Compañía de María, donde hoy día funciona su establecimiento que lleva el nombre de "Villa Lestonnac".
Las dos teorías sobre la denominación Trujui
La primera de ellas refiere al haras del primer dueño del área, ya que él lo llamó "Trujui", una palabra de origen araucano que significa "lugar despejado" u "ondulado" por las serranías propias de esta geografía inmersa en la región pampeana, debido a que se emplazaba sobre un área de médanos.
Sin embargo, existe otra teoría que señala que proviene del cacique Trujui, uno de los jefes de la resistencia indígena contra la dominación española que habitó el lugar hacia el siglo XVI.