Saavedra es un destino del turismo de la provincia de Buenos Aires que tiene como atractivo principal la tranquilidad y el ambiente serrano, combinado con la posibilidad de realizar actividades deportivas como cabalgatas, trekking, deportes acuáticos, entre otras.
Turismo local: Saavedra, el pueblo entre las sierras
Saavedra se ubica en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires y es un distrito atravesado por el encadenamiento central del Sistema de Sierras.
Pigüé es la ciudad cabecera del Distrito pero también se puede visitar Espartillar, Arroyo Corto, Goyena, Dufaur y colonia San Martín de tours. Cada uno de estos destinos tienen actividades turísticas para realizar pero además varios edificios históricos que caracterizan a esta zona de la provincia.
En cuanto a paisajes naturales, Saavedra tiene la combinación de llanura, sierras y laguna. Todas estas se pueden recorrer en auto pero también hay excursiones locales que ofrecen para hacerlo en bicicleta o incluso a caballo. Además, hay varios clubes de pesca, otra actividad muy característica del turismo del lugar.
Para aquellas personas que quieren ir este destino puede disfrutarse en un día, conociendo los diferentes pueblitos y atractivos. Pero también, la localidad ofrece varios hoteles, alojamientos y cabañas para quienes una estadía un poco más larga. También se encuentra cerca de Tandil y Sierra de la ventana.
Para el turismo que visita el lugar hay varios circuitos tanto naturales como rutas temáticas. El de Pigüé, que se divide en circuito serrano y lacustre, es el más extenso, ya que es la localidad cabecera y por ende, la más grande. Pero también hay opciones para las demás localidades de la ciudad. Las actividades a tener en cuenta son: el recorrido histórico ferroviario, el recorrido de obras de Numa, las capillas, los museos y los monumentos que plenaron las calles de este centro del turismo de Buenos Aires.
Tanto en el área serrana como en la llanura, cuenta con establecimientos turísticos rurales, que abren sus tranqueras para compartir parte de su identidad. Así, se puede pasar días de campo o realizar visitas guiadas tanto de atractivos como de procesos productivos, caminatas, degustar la gastronomía casera y pernoctar en distintas propuestas de alojamiento, desde la más rústica, como en un refugio serrano, hasta habitaciones de casonas de principio de siglo pasado.