El montaje del "Observatorio Robótico Antártico Argentino" es parte de una cooperación entre el Instituto Antártico Argentino (IAA), el Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE) y la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR). Estará orientado a realizar observaciones científicas de tipo fotométrico sobre diversos objetos del cielo nocturno.
UNAHUR: Instalarán observatorio astronómico en la Antártida
El "Observatorio Robótico Antártico Argentino" es una cooperación entre el Instituto Antártico Argentino, el Instituto de Astronomía y Física y la UNAHUR.
Para el proyecto, un telescopio automatizado, que podrá operar remotamente desde Buenos Aires, será montado en la base antártica Belgrano II, desde donde tendrá la posibilidad de detectar exoplanetas y otros cuerpos celestes que son de difícil acceso desde otras latitudes. Además tendrá los instrumentos necesarios para producir imágenes astronómicas de alta calidad y una infraestructura adecuada para albergarlos frente a las condiciones climáticas extremas.
La Base Belgrano II está ubicada en el Nunatak Bertrab, en bahía de Vahsel sobre la costa Confín en la Tierra de Cotas a unos 1.300 kilómetros del Polo Sur y a cerca de 5.000 de la Ciudad de Buenos Aires y a nivel internacional es la más austral asentada sobre tierra firme.
La región se caracteriza por tener cuatro meses de noche polar y cuatro meses de día, en la que las temperaturas pueden alcanzar decenas de grados bajo cero con vientos de hasta 200 kilómetros por hora.
El trabajo de la UNAHUR
El proyecto es liderado por el Dr. Mario Melita, docente de la UNAHUR y comenzó en febrero del 2020. A comienzos del año, se había completado la primera fase del proyecto con la instalación de la base de la cúpula en la base Belgrano II. Esto se trata de una iniciativa pionera, cuyas producciones resultarán de gran interés para la comunidad astronómica.
Para albergarlo se construyó una cúpula que contará con sistema de motorización y automatización realizado en la universidad de Hurlingham, el observatorio estará apoyado sobre una base de hierro galvanizado, que ya está instalada en el suelo antártico.