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Universidad Nacional del Oeste creará Observatorio Malvinas

El instituto de la cultura popular y el pensamiento nacional de la Universidad Nacional del Oeste brindó una prestigiosa charla con Alicia Panero

La Universidad Nacional del Oeste, ubicada en Merlo, recibió el pasado viernes a la historiadora y periodista Alicia Panero en una charla organizada por el Instituto de la Cultura Popular y el Pensamiento Nacional a cargo de la Lic. Gabriela Tozzi en la que se realizó un recorrido a través de sus libros “Mujeres Invisibles” y “Soldado desconocido”, en referencia a Malvinas.

En dichos escritos Panero cuenta la búsqueda de identidad de nuestros soldados enterrados en el cementerio de Darwin, y reivindica a las mujeres protagonistas en Malvinas pero invisibilizadas por décadas.

El encuentro, que tuvo una importante convocatoria, contó además con la participación de docentes, estudiantes, autoridades y no docentes de la UNO.

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LA PERLA LARGO
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La Universidad Nacional del Oeste apunta a crear el Observatorio Malvinas 

La Universidad Nacional del Oeste apunta a crear el Observatorio Malvinas

Fragmento de "Mujeres invisibles"

La autora Alicia Panero relata las vivencias de las mujeres durante la Guerra de Malvinas, específicamente de las enfermeras quienes fueron las que más vínculo social tuvieron al contactarse con los heridos, pero no olvida a las madres de Malvinas, tanto británicas como isleñas.

"A la hora de los héroes, no hay banderas, se es héroe porque el temor a morir hace que se arriesgue la vida, se cumplen órdenes, se siguen mandatos, pero siempre es la propia vida la que reacciona al peligro. Todas estas mujeres, sin experiencia previa, hicieron lo que las circunstancias determinaron. Las inglesas contaban con el peso de la historia en otras guerras (...). Las enfermeras argentinas, más confundidas, más temerosas pero igual de valientes."

"Los testimonios de las isleñas, más ocupadas en observaciones domésticas, son casi unánimes al respecto, incluso la señora Sarah G., una vecina de Stanley, recuerda a algunos soldados golpeando su taza metálica en el jardín, para pedir comida. Asegura haber visto oficiales golpeando a los conscriptos, obligándolos a lavar su ropa en el agua helada de la bahía y algunos empujados luego como castigo. Los vio llorando y temblando de frío, y les dio comida, porque pensó en su hijo, lo imaginó pasando una situación similar y la sangre le hirvió de rabia."