El Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) aprobó durante los últimos días la patente de un novedoso invento de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) que primero sirvió para atender la emergencia sanitaria de la pandemia de coronavirus y ahora va a poder ser vendido a todo el mundo.
Otro invento de la UNTREF para asistir respiratoriamente a pacientes fue patentado
Esta válvula fue desarrollada por investigadores de la universidad para asistir a los médicos del país y ahora podrá ser vendido a hospitales de todo el mundo.
Se trata de una "Válvula Venturi de Flujo Variable", que fue diseñada por científicos, docentes, estudiantes y becarios de la Secretaría de Investigación y Desarrollo (SID) y de la carrera de Ingeniería Ambiental para ayudar a los pacientes contagiados debido a la falta de recursos existente en ese momento.
La misma sirve para suministrar oxígeno al enfermo que padece insuficiencia respiratoria e hipoxia y tiene la particularidad de ser de flujo variable, lo que significa que fue especialmente diseñada para entregar una determinada cantidad, dependiendo de la necesidad particular de cada uno.
A su vez, pese a que su fabricación se dio en tan solo un mes y medio cumplió con estrictos estándares de seguridad, confiabilidad y compatibilidad y mediante materiales biodegradables y reciclables e insumos nacionales gracias a los aportes del entonces Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, ya que resultó catalogado como "proyecto prioritario".
Más detalles sobre las innovadoras válvulas de la UNTREF
Los primeros prototipos se crearon a través de impresoras 3D con suministros fácilmente conseguibles en el país, tales como ácido poliláctico (PLA, por sus siglas en inglés), y que habían sido probados con éxito en algunos nosocomios de la Capital Federal y de la provincia de Buenos Aires.
“Para conseguir la patente tuvimos que pasar por varios filtros y por la evaluación de agentes internos y externos con quienes tuvimos reuniones periódicas durante dos meses a lo largo de aproximadamente tres años”, sentenció al respecto el director del equipo que ideó la válvula, Lucio Ponzoni.