La División de Búsqueda de Prófugos de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal Argentina (PFA) detuvo durante la mañana de ayer a un hombre que fue condenado por casi 300 estafas y se escondía en la localidad de Villa Luzuriaga, al noroeste del partido de La Matanza.
Cayó en Villa Luzuriaga un prófugo condenado por 300 estafas
El hombre era el último integrante de una organización dedicada a este tipo de delitos que operó entre 2006 y 2008 y ahora terminó de caer en Villa Luzuriaga.
El sujeto había sido declarado como coautor penalmente responsable en agosto de 2017 por este delito, cometido en un total de 267 oportunidades, por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Federal número 8, a cargo del juez Juan Toselli, pero desde ese momento evadió a las fuerzas de seguridad y por eso se refugió en el Oeste.
Él integraba una banda criminal que operó entre 2006 y 2008 bajo la fachada de un falso estudio inmobiliario, jurídico y financiero cuyo modus operandi consistía en buscar víctimas vulnerables y de bajos recursos para hacerlos firmar una serie de documentos y pagar una suma de dinero con la promesa de llevar adelante gestiones ante entidades bancarias para poder acceder a un crédito hipotecario.
La maniobra continuaba con el pedido de nuevos requisitos para la aprobación de los falsos trámites y, finalmente, con la comunicación de que el pedido había sido rechazado, momento en el que los delincuentes alegaban que lo abonado no podía ser devuelto ya había sido destinado a "gastos administrativos y honorarios".
Cómo fue cayendo la organización de estafadores
Varios miembros de la asociación ilícita fueron capturados y puestos en prisión el año pasado, pero en este caso el tribunal ordenó efectuar una ardua investigación para dar con su paradero. En esas tareas de inteligencia, los detectives pudieron establecer su domicilio y montaron un discreto operativo en el que se logró su arresto sobre la Avenida Presidente Juan Domingo Perón al 1.400, entre las calles Santander y Juan del Campillo, del barrio Ingeniero Brian.
De esta manera, la PFA logró que el estafador quede a disposición del magistrado interventor para que pague por sus crímenes a unos dos kilómetros donde sus pares de la Bonaerense atraparon a dos ladrones tras una violenta persecución.