Damián Achucarro nació en Formosa pero desde los 3 años vive en Pontevedra, Merlo. Lleva más de una década en el ascenso con pasos destacados en equipos del Oeste como Ituzaingó, Argentino de Merlo y Atlas. Actualmente juega en Sportivo Barracas y mientras sueña con llegar a la Primera C, comenzó a colaborar con los chicos más necesitados de su barrio.
Vive en Pontevedra desde los 3 años, juega en el ascenso hace una década y se puso un merendero en el barrio para ayudar a los vecinos
El futbolista de ascenso está acostumbrado al sacrifico en la búsqueda de cumplir su sueño. Damián Achucarro, actual jugador de Sportivo Barracas, encarna estos valores de lucha y esfuerzo. “Jugando en el Ascenso sí o sí tenes que laburar. Siempre hubo un importante sacrificio mío y de parte de mi familia”, aseguró Achucarro en charla exclusiva con Viví el Oeste.
Nació en Formosa pero desde los 3 años vive en Pontevedra dónde formo su grupo de amigos y dónde decidió poner un merendero. Su idea es ayudar a los chicos del barrio Santa Julia que menos tienen. Aunque la pandemia limitó sus movimientos, la colaboración no cesó. “En el barrio hay muchos contagiados por lo que solo estamos dando la vianda y ropa pero el mes pasado venían más de 30 chicos a merendar”, contó.
Chiqui Carranza, otro conocido jugador del ascenso, se sumó a la causa y colaboró con mercadería y ropa. Damián lleva adelante esto junto a su familia que es un pilar fundamental en su carrera. “Mis viejos laburaban lo necesario para poder comprarme botines nuevos e incluso pagarme el boleto para ir a entrenar”, aseguró el futbolista sobre su historia de sacrificio.
El sueño de poder vivir del fútbol
Como muchos jugadores de ascenso, Achucarro debe recurrir a otro trabajo para cobrar un mejor salario. Actualmente juega en Sportivo Barracas a donde llegó pedido por el DT. “Desde el primer día que me sumé, me trataron muy bien. El objetivo que tenemos es poder ascender a Primera C”, contó sobre sus primeros días en la institución. El arranque no fue el esperado y el equipo sólo sumo un punto en dos fechas sin anotar goles pero el plantel confía en revertirlo.

El vínculo con el Oeste se potencia en este caso porque su club hace de local en la cancha de Deportivo Morón, club dónde hizo parte de las inferiores. Su carrera lo fue llevando por diferentes clubes de ascenso e incluso mantenía a la par una carrera laboral y también estudiaba.
“Ver a los chicos contentos cuando vienen a buscar la merienda hace bien y me libera del fútbol”, aseguró sobre es te nuevo proyecto solidario. Tras más de una década peleándola en Primera C y Primera D, Damián se ilusiona con llevar su fútbol a la B Metro a la par que continúa ayudando a quienes menos tienen.