El 24 de enero de 1812, el general Manuel Belgrano comenzó un viaje que marcó un antes y un después en la historia argentina, y este paso tuvo un recorrido particular ya que el prócer argentino dejó una huella en Ituzaingó, al pasar por dicha zona.
Con una pequeña tropa de entre 250 y 500 soldados, partió desde Buenos Aires rumbo a Rosario, donde pocos días después fundaría las baterías "Libertad" e "Independencia" y presentaría por primera vez la bandera nacional.
El paso de Manuel Belgrano por Ituzaingó
Sin embargo, una historia no muy conocida es que antes de llegar a destino, Belgrano atravesó un territorio que, dos siglos más tarde, se convertiría en una ciudad clave de la Zona Oeste: Ituzaingó.
De acuerdo a los registros históricos, su camino lo llevó a cruzar el icónico Puente Márquez, sobre el Río Reconquista, en lo que hoy forma parte del límite entre Ituzaingó y Moreno. Allí, en tierras aún despobladas, el entonces abogado y militar descansó una noche junto a sus tropas, en una zona que con el tiempo formaría parte del trazado urbano ituzainguense.
Este episodio, quizás menor para los relatos nacionales, es sin embargo una pieza importante de la historia local. El paso de uno de los próceres fundacionales del país por la región da cuenta del rol estratégico que estos territorios ya tenían incluso antes de su conformación como partido.
Días más tarde, ya en Rosario, Belgrano enarbolaría por primera vez los colores celeste y blanco en las barrancas del río Paraná. El 27 de febrero de 1812, las tropas juraron lealtad a ese nuevo símbolo patrio, en un acto fundacional que tendría su origen en esa marcha que incluyó una parada en las tierras de lo que hoy es Ituzaingó.