El tributo consistió en la colocación de una una placa con un código QR que direcciona hacia la biografía del escritor y periodista oriundo de la ciudad de Santa Fe, quien fue asesinado por la última dictadura cívico-militar el 17 de junio de 1976 en la provincia de Mendoza junto a su pareja Alicia Raboy y ahora descansa con su familia en el Oeste.
La información recolectada sobre su vida fue orquestada por un grupo de alumnos y docentes del Centro Educativo de Nivel Secundario (CENS) número 456, quienes también presentaron el proyecto de investigación en cuestión elaborado en el marco del programa "Jóvenes y Memoria".
"Es importante reparar junto a los allegados de Paco para que todos los merlenses sepan de su historia. El objetivo que tenemos es construir uno por uno a los 136 desparecidos que hay en el Distrito", sentenció al respecto el subdirector Germán Outeda, mientras que Ángela Urondo, hija de Francisco, aseguró que actos como este son muy importantes para que el terrorismo de estado "no vuelva a suceder”.
Otro reciente homenaje a desaparecidos en Merlo
En la otra necrópolis que tiene el Municipio, el "Santa Mónica", la mencionada cartera del Estado comunal restituyó la placa que conmemora a las 15 personas que resultaron sepultadas allí como NN, pero que en los años posteriores quedaron identificadas por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
La misma había sido vandalizada previamente y contiene los nombres de César Godoy Álvarez, Daniel José Bombara, Ricardo Altamirano Alza, Claudia Alejandra Calcagno, Miguel Enrique Condomí, Daniel Domínguez, Hugo Rubén Flores, María Beatriz Frías, Miguel Ángel Gallinari, Pedro Luis Mazzocchi, Ricardo Alfredo Raby del Campo, Santos Hilario Ramallo, Jorge Daniel Rochistein, Carlos Silvero y Aníbal Romeo Vázquez.