Rafael Castillo es el escenario del sueño de Agustín, Leandro y Joel, tres amigos y compañeros de colegio, que fanatizados con las hamburguesas fueron tras la idea que surgió en una charla cotidiana: ¿y si nos abrimos un delivery de hamburguesas?; así surge RIP Burger, que tres años más tarde fue por mas y abrió las puertas de RIP House, un concepto de hamburguesas y tragos para pasarla bien.
Rafael Castillo: La historia de RIP Burger, el sueño de tres amigos
Fanáticos de las hamburguesas, crearon su propio emprendimiento en su Rafael Castillo natal, la pandemia, el crecimiento y la inauguración de un nuevo espacio.
Todo comenzó en el 2020 junto con la pandemia, "no sabíamos cómo iba a continuar, cada dos semanas decían que se iba extender la cuarentena y nosotros veíamos que el proyecto no comenzaba. Para poder arrancar y comenzar con algo, lo que empezamos a hacer fue vender pack freezados, era entregar hamburguesas congeladas con el cheddar con la panceta y con el pan, y la gente en su casa se los cocinaba así estuvimos unos siete meses hasta que a mitad de 2020 abrimos el local para delivery y take away", precisa Agustín uno de los fundadores
"Nos enfocamos desde el día uno en poder hacer un muy buen producto, somos fieles creyentes de que primero la gente come con los ojos, en el sentido de que la primera vista de lo que se entrega es fundamental por eso en su momento arrancamos haciendo un buen packaging para diferenciarnos del resto en vez de hacer las cajas de cartón, hacíamos ya con color y con otro formato más llamativo, Después esta caja se fue modificando y se le agregó fotos de la hamburguesa y y era un producto diferente"
La amistad es un factor que atraviesa la charla con Agustín todo el tiempo, y sin dudas es el espíritu de RIP Burger, a la hora de apostar fuerte por la imagen del producto no dudaron en recurrir a un diseñador gráfico también amigo del colegio, "él también de aportó mucho para la marca con sus ideas y con todo", señala Agustín.
El origen del nombre y la inspiración
"Costó mucho conseguir un nombre", revela Agustín y agrega: "nosotros queríamos dar a entender como que eran una bomba las hamburguesa, entonces surgió la palabra RIP, de la lápida y al principio era también pensar qué nombre ponerle a las hamburguesas y nos pudimos enfocar en el terror, de la base del nombre de RIP Burger quedó como temática de terror, entonces la carta está toda con la temática y los conceptos de terror en esta Krueger,, Jason..."
Si bien en un comienzo el proyecto comenzó con un cuarto amigo, finalmente se bajó de la idea y quedaron los tres amigos vigentes hasta el día de hoy, Agustín de 22 años, Leandro de 23 y Joel de 24, "éramos muy fanáticos, y lo somos, de las hamburguesas, nos la pasábamos viendo videos en Youtube de hamburguesas y siempre usamos como inspiración a las grandes hamburgueserías en Argentina, marcas grandes en expansión, ellos fueron de los influencers que nos inspiraron."
Las bases en Rafael Castillo
Respecto de la decisión de lanzar el proyecto y continuarlo allí, Agustín revela: "en ese momento acá en Castillo consideramos que todavía no había un buen producto, y estábamos a tiempo para explotarlo, le hacía falta a Castillo un lugar en el que la gente pueda ir, y no tenga que irse para Castelar o para Morón o Ramos."
Tras permanecer como un local de delivery por más de 3 años, llegó RIP House, que abrió sus puertas el pasado 20 de diciembre en Carlos Casares 583, donde allí se pueden disfrutar en un agradable espacio las terroríficas hamburguesas: "hoy en día nos pasa de que se llena de gente afuera y hay espera de 40 minutos y la gente se queda esperando, no no tienen problema.
"La mayoría de los empleados son chicos que iban al mismo colegio que nosotros, entonces ya nos conocíamos. Nosotros los tres socios fuimos al mismo colegio, somos amigos, es un montón, y la mejor parte de todo esto es que los tres nos llevamos re bien, a pesar de que a veces hay sus diferencias y hay sus discusiones, pero sabemos sobrellevarlo y eso hace que estemos los tres empujando para adelante", cuenta Agustín.
"Siempre nos preocupamos por el cliente y poder aportarles valores, que cuando vayan al local se sientan como en sus casas que estén cómodos que disfruten y que puedan comer bien", concluye uno de los fundadores de RIP.