Los departamentos Antisecuestros y Técnico del Cibercrimen y los grupos especiales número 1 y de Operaciones de la Policía Federal Argentina (PFA) desarticularon durante las últimas horas a una banda que se dedicaba a hacer secuestros virtuales desde las localidades de Ramos Mejía y La Reja, pertenecientes a los partidos de La Matanza y Moreno, respectivamente.
Cayeron unos gitanos asentados en Ramos Mejía y La Reja que hacían secuestros virtuales
Estos delincuentes simulaban ser un familiar para pedirles que paguen un rescate en efectivo. Hicieron casi 1.000 llamadas diarias desde Ramos Mejía y La Reja.
La investigación comenzó a raíz de una denuncia que señalaba que la víctima recibió un llamado por teléfono de una mujer haciéndose pasar por un familiar que aludía haber sido secuestrada y que, para su rescate, los captores exigían un pago en dinero en efectivo.
Bajo esta modalidad, a la que se la conoce comúnmente como "la llorona", la organización delictiva realizó alrededor de 1.000 llamados por día buscando las coincidencias al oído de los estafados y cobrar cantidades considerables de plata, pero después de varios intentos uno de los damnificados se animó a acusarlos.
Los allanamientos y las detenciones en La Matanza y Moreno
Luego de una serie de diligencias que llevaron adelante los agentes de las mencionadas divisiones de la PFA, se descubrió que la asociación ilícita utilizaba múltiples inmuebles ubicados en el Oeste para realizar los contactos en distintas habitaciones y al mismo tiempo, como si fuera un call-center.
Es por eso que, con el total de las pruebas obtenidas, la Secretaría Penal número 3 del Doctor Felipe Scagliotti del Juzgado Federal de Campana, a cargo del juez Adrián González Charvay, ordenó los allanamientos de los dos domicilios apuntados como el centro operativo de los delincuentes.
Así fue como los efectivos detuvieron a un total de cuatro hombres y una mujer que forman parte de la comunidad gitana e incautaron una Renault Duster, un Volkswagen Gol Trend y un Fiat Uno, quedando todos ellos a disposición del magistrado interventor para avanzar con la causa en su contra.