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Video: la tiró de su bici para robársela en Ramos Mejía y los vecinos la recuperaron

Una joven fue asaltada yendo a trabajar, pero gracias a sus gritos y la colaboración vecinal el delincuente escapó y la bicicleta volvió a manos de su dueña.

Un nuevo y casi doloroso episodio de inseguridad se dio durante las últimas horas en la localidad de Ramos Mejía, al norte del partido de La Matanza: un motochorro abordó a una joven que estaba yendo a trabajar para robarle su bicicleta, pero afortunadamente los vecinos salieron al rescate y lograron frustrar el asalto.

El ilícito tuvo lugar sobre la calle Berón de Astrada al 1.200, entre Labardén y Juan del Campillo y a pocas cuadras del límite con la ciudad de Villa Luzuriaga, del barrio Ingeniero Brian hacia las 7:40 de la mañana del pasado viernes, 13 de diciembre, y quedó registrado por una cámara de vigilancia particular.

Embed - La tiró de su bicicleta para robársela en Ramos Mejía y los vecinos ayudaron a recuperarla

Las imágenes muestran como la mujer es forzada a abandonar el rodado tras ser amenazada y encerrada por el delincuente. Sin embargo, allí fue cuando empezó a gritar y despertó a varios de los frentistas, incluido uno que estaba en calzoncillos, por lo que el ladrón optó por escapar sin el botín.

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LA PERLA LARGO

"Anda en una moto chica, como si fuera de un repartidor, con caja y casco negros. Fui a la chica porque salió corriendo. Ella está bien y al vehículo lo recuperamos. Ayudémonos entre nosotros porque no queda otra", sentenció al respecto una testigo del hecho.

En Ramos Mejía roban hasta una maceta

Embed - En Ramos Mejía se roban hasta una maceta: "Si algo faltaba era no poder tener ni una planta"

El fin de semana pasado, una pareja vio la oportunidad y no dudó en robarse una pequeña maceta de la ventana de un domicilio ubicado en el cruce de las arterias Balcarce y Bulnes del barrio Lomas del Millón, lo que generó la indignación de la víctima.

"Si algo faltaba era no poder tener ni una planta. Indignadísima, porque son de la zona... Si querés una podés venir y pedirla y no tengo problema de darte un gajito. La impotencia es terrible y no por el hurto, sino por la actitud de ver cómo se meten en mi domicilio", sentenció al respecto la damnificada.