Hace exactamente 94 años que el Club Social y Deportivo Liniers tuvo su fundación oficial, aunque antes de llegar a la localidad de San Justo y el partido de La Matanza pasó por muchos lugares tanto del Oeste como de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
De hecho su nombre hace alusión al barrio porteño homónimo ya que en allí se crearon sus dos antecedentes: Sarmiento y Liniers Sport Club, que (muy posiblemente) cambió su denominación a Liniers Sud tiempo más tarde. En 1947 se fusionaron y crearon a la Topadora, con sus colores celeste y blanco.
Las distintas sedes de Liniers en el Oeste
Una de sus principales características es la de ser una entidad nómade, ya que primero deambuló por distintos puntos de esa área capitalina (el de la Plaza Sarmiento es uno de ellos) y en la década de 1930 se trasladó a una manzana de Lomas del Mirador situada a la altura del cruce de la Avenida Eva Perón (ex Iparraguirre) y la calle Charcas.
Sin embargo, hacia 1945 decidió mudarse a donde hoy está la terminal de la empresa Transportes 27 de Junio Sociedad Anónima con Cláusula de Inclusión de Franquicias (SACIF) en Ciudadela norte, parcela en la que se mantuvo hasta 1969, cuando el convento de monjas lo reclamó para su uso.
Allí vivió sus años dorados: fue el primer campeón de la Primera D en 1950 y también ascendió a la B Metropolitana en 1967, por entonces la segunda categoría de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y donde se mantuvo tres temporadas. Sin embargo, la pérdida de su terreno de juego vino acompañada de un oscuro presente deportivo, ya que entre 1970 y 1971 descendió dos veces consecutivas.
El arribo a San Justo
Pasaron más de 10 años hasta que Liniers volvió a tener un campo propio, cuando en plena dictadura cívico-militar la gestión de Juan Carlos Di Sciullo, Jorge Pepe y los hermanos Juan Antonio y Carlos Arias le compraron en 1983 siete hectáreas y media al Estado nacional en el barrio Justo Villegas gracias a rifas, fiestas, donaciones y un gran coraje y amor por la institución.
La inauguración del flamante Estadio Juan Antonio Arias se dio el 12 de diciembre de 1987 en un partido contra Flandria y desde entonces jamás se movió de Bermejo 5.050, volviéndose el símbolo futbolístico, deportivo y recreativo de toda esa zona y forjó una férrea rivalidad matancera con sus pares de Deportivo Laferrere y Lugano.
Lo que más llama la atención de este sitio es su angulación irregular, lo que la llevó a ganarse el mote de “la cancha de los arcos torcidos” en el mundillo del ascenso. Empero, esa falta de encuadre hizo que la AFA determinara su clausura el 3 de octubre de 2016 y la mantenga por dos meses, cuando el club realizó los correspondientes trabajos de corrección y volvió a hacer de local en San Justo.