Aunque parezca sacado de la película hollywoodense "Imparable", esto sucedió en el Oeste y por un milagro no terminó en una tragedia sin precedentes: un convoy del Tren Urquiza con 500 personas a bordo circuló por siete kilómetros sin conductor, a toda velocidad y en plena hora pico.
Se cumplieron 25 años del Tren Urquiza que circuló sin conductor en plena hora pico
Un 5 de mayo, pero de 1999, la formación 1 del Tren Urquiza estuvo a la deriva siete kilómetros y con 500 personas a bordo. No hubo una tragedia de milagro.
Este bizarro hecho se dio un 5 de mayo de 1999 e involucró a la formación número 1, cuyo motorman (su nombre nunca trascendió) notó problemas en la apertura y cierre de las puertas tras partir de Federico Lacroze a las 18:58 horas. Al llegar a Devoto, las mismas no funcionaron y por eso bajó en busca del guarda, pero en ese momento sí se abrieron y caminó nuevamente hacia la cabina.
Sin embargo, estas se cerraron rápidamente y, pese a que corrió lo más rápido que pudo, la unidad arrancó sin nadie que la maneje y con cientos de pasajeros en su interior. Atónito, el hombre informó de lo ocurrido y la empresa concesionaria Metrovías Sociedad Anónima (SA) despejó desesperadamente la vía.
Los pasajeros del tren ni se inmutaron al principio
El reporte a los servicios de emergencia indicaba que el tren había sido robado. Mientras, los usuarios y el guarda no se inmutaron cuando pasaron a toda velocidad por las estaciones Coronel Lynch, Fernández Moreno y Lourdes ya que sabían que era un recorrido semi-rápido.
La preocupación comenzó al arribar a Tropezón, donde sí tenía que parar: no solo no ocurrió eso, sino que la aceleración era más fuerte. El nerviosismo se apoderó del primer vagón cuando tocaron la puerta de la cabina y nadie respondió. Llegaron a José María Bosch, otra de las paradas estipuladas, y seguían yendo a toda velocidad. Hubo gritos, llantos y pánico total.
Algunos pasajeros empezaron a ir hacia los coches del medio y otros intentaron forzar la puerta. Al abrirla, quedaron aún más incrédulos: estaba vacía. La formación estaba completamente a la deriva. Se dirigieron al freno de emergencia, lo accionaron y no funcionó, por lo que la desesperación era absoluta.
El freno de la formación y las consecuencias del incidente
Afortunadamente, el guarda vino corriendo desde el último vagón para tomar los controles y ahí pudo detener el convoy ingresando a Martín Coronado a las 19:24, con todas las personas a bordo ilesas. Todas ellas fueron pidieron el libro de quejas y, furiosos, hicieron su descargo.
Tras los múltiples reclamos, Metrovías recibió una multa de 800 mil dólares (en ese momento regía el uno a uno), pero se desconoce que sucedió con el chofer y con los mecanismos de arranque y detención. Lo que se supone es que un pedal que se encuentra en todos los trenes e indica la presencia del conductor en la cabina quedó presionado por algún motivo, aunque la verdad nunca se supo la verdad.