Cultura Villa Sarmiento | Ramos Mejía | Argentina

Hoy cumpliría María Elena Walsh, símbolo de Villa Sarmiento

Un día como hoy, pero de 1930, nacía en Villa Sarmiento una de las artistas infantiles más importantes de la Argentina, quien también vivió en Ramos Mejía.

Un 1 de febrero, pero de 1930, nacía en la localidad de Villa Sarmiento, al noreste del partido de Morón, uno de los grandes valores que tiene el Oeste a lo largo de su historia y que es querido por absolutamente todos: María Elena Walsh, quien hoy estaría cumpliendo 94 años.

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María Elena Walsh en su casa natal de Villa Sarmiento.

María Elena Walsh en su casa natal de Villa Sarmiento.

Su padre, Enrique Walsh, era un empleado ferroviario inglés que trabajaba como jefe de contaduría del departamento contable de la empresa que administraba al antiguo Ferrocarril Oeste (actual Tren Sarmiento) y la crió en un gran caserón ubicado sobre la calle 3 de Febrero al 547, entre la Avenida Gaona y Macho Vidal.

Allí vivió junto a su madre, Lucía Elena Monsalvo, y sus cinco hermanos hasta 1943, cuando toda la familia se mudó, aunque permaneció en este lado del Gran Buenos Aires, ya que pasó a domiciliar en un departamento de la ciudad vecina de Ramos Mejía, municipio de La Matanza.

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LA PERLA LARGO
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A los 12 años, María Elena ingresó a la Escuela de Bellas Artes "Manuel Belgrano" y a los 15 publicó su primer poema en la revista "El Hogar", titulado "Elegía". Ya cumplidos sus 17, publicó un poemario llamado "Otoño imperdonable" que recibió el segundo Premio Municipal de Poesía de Buenos Aires y fue elogiado por Jorge Luis Borges, Silvina Ocampo y Pablo Neruda, por ejemplo.

Los éxitos más rutilantes de la oriunda de Villa Sarmiento

Las décadas posteriores la vieron triunfar a lo largo de toda la República Argentina y América Latina, componiendo libros como "Tutú Marambá", "El Reino del Revés" y "Dailan Kifki", personajes de la talla de "Manuelita" y canciones que trascendieron generaciones: "La vaca estudiosa", "La pájara Pinta", "La canción de la vacuna" (conocida como "El brujito de Gulubú"), "La reina Batata", "Canción para tomar el té" y "En el país de Nomeacuerdo", entre otras.

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Ya retirada de la música, continuó escribiendo artículos periodísticos, algunos guiones para televisión y las novelas de corte autobiográfico "Novios de antaño" y "Fantasmas en el parque".