Frente a la estación castelarense del Tren Sarmiento se encuentra un busto en honor a Emilio Castelar y Ripoll, un español a quien el por entonces diputado nacional Estanislao Zeballos propuso homenajear con el nombramiento del apeadero Kilómetro 22 del Ferrocarril Oeste, ubicado en el partido de Morón.
A 192 años del nacimiento de Emilio Castelar, conocé al que le dio el nombre a la ciudad
Un día como hoy, pero de 1832, se dio el natalicio del hombre que inspiró a Estanislao Zeballos para nombrar a la populosa ciudad de Morón. Conocé más sobre él.
Justo hoy, 7 de septiembre, se cumplen 192 años del nacimiento de la persona por la que una de las localidades más populosas de la región se llama como tal, por lo que vale la pena repasar un poco de la vida de esta figura conocida por ser un ferviente opositor a la monarquía y el mejor orador en la historia del país ibérico.
Emilio fue un político, historiador, periodista y escritor español que llegó a ser una gran influencia para los jóvenes a mediados del siglo XVII mientras daba clases en la Universidad Central de Madrid. Incluso, luego de ser echado de su cargo por ser un ferviente detractor de la Reina Isabel II, sus estudiantes realizaron una revuelta que resultó reprimida salvajemente por el Gobierno y que después se la llamó como Noche de San Daniel.
La importancia de Emilio Castelar en el país ibérico
El pensador también participó de la revolución que destronó a la monarca en 1868 y llegó a ser presidente del Poder Ejecutivo de la Primera República Española entre 1873 y 1874. Sin embargo, su gestión estuvo marcada por la censura de la prensa escrita y la suspensión de las garantías constitucionales, entre otros decretos con los que buscó el apoyo de los conservadores.
Esas medidas y el aplazamiento de las reformas democráticas y sociales en el país hicieron que Castelar perdiera el apoyo de muchos revolucionarios, lo que desembocó en la restauración de la monarquía y su forzado exilio a París. Volvió a España unos años después y allí volvió a la política con una postura más abierta, apoyando las leyes del jurado y del sufragio universal, por ejemplo.
Finalmente, se retiró de la actividad en 1893 y murió el 25 de mayo de 1899. En su honor, se organizó un multitudinario cortejo fúnebre en el centro de Madrid que finalizó con su entierro en el Cementerio de San Isidro, uno de los más importantes de la capital española.