Manejar borracho, romper un patrullero y agredir a los efectivos mientras lo llevaban demorado: todo eso fue lo que hizo un gendarme oriundo de la localidad de Ciudad Evita, al sur del partido de La Matanza, y que trabajaba en la Escuela "General Martín Miguel de Güemes" de la fuerza dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación.
Un gendarme de Ciudad Evita rompió un patrullero y manejaba borracho por una autopista
El agente, al que le sintieron aliento a alcohol, también agredió a un policía que lo llevaron demorado. Su pareja lo acompañaba y estaba en idéntico estado.
La secuencia tuvo lugar en la madrugada del pasado sábado, 19 de abril, sobre la Autopista Perito Moreno y resultó protagonizada por un alférez de 29 años que iba junto a su pareja, también miembro de la GNA, a bordo de un Chevrolet Prisma de color blanco.
Sin embargo, un patrullero de la Policía de la Ciudad notó que ese auto realizaba maniobras erráticas y lo instó a que frene su marcha, momento en el que el conductor bajó la ventanilla y así los uniformados notaron que tanto él como su acompañante tenían "aliento etílico", por lo que le pidieron que descienda.
Tanto el hombre como la mujer se tornaron hostiles y se negaron a aportar la documentación, pero no solo eso: el masculino primero le dio una piña en la cara a uno de los oficiales y después le propino una patada al parante de la puerta trasera del móvil "1.204 B", en tanto que la señora (comandante segunda de 37 años) arrancó a los empujones para evitar la aprehensión de su compañero.
Las consecuencias para el violento gendarme de Ciudad Evita
Tras ser trasladados a la Comisaría Vecinal 4-B del barrio porteño de Nueva Pompeya unas tres horas más tarde, M.S.B. fue sometido a un test que arrojó un 0,96 gramos de alcohol por cada litro de su sangre.
Tanto a él como a A.E.C. los imputaron por los delitos de "atentado, resistencia a la autoridad, daño y conducir en estado de ebriedad" y les labraron las sanciones correspondientes dentro de sus puestos de trabajo.