Algunas semanas atrás, este medio tuvo la posibilidad (y el honor) de recorrer todas las instalaciones del Museo Nacional de Aeronáutica (MNA) en la Base Aérea de la localidad de Morón, uno de los espacios más emblemáticos y atractivos de todo el Oeste desde el punto de vista histórico y militar.
Recorré con Viví el Oeste el Museo Aeronáutico de Morón y descubrí todos sus secretos
El icónico espacio posee el primer avión argentino que llegó a la Antártida, los restos del que usó Benjamín Matienzo en su última travesía y muchos más.
Dentro de este espacio se pueden encontrar todo tipo de aeronaves de origen tanto argentino como extranjero que alguna vez supieron cruzar los cielos de la patria, aunque también están los restos del avión en el que el teniente Benjamín Matienzo trató de cruzar la Cordillera de los Andes en 1919, travesía que le terminó costando la vida.
A su vez, está el TA-05, apodado “El Montañés” y conocido por ser el primero en realizar un vuelo transpolar a través de la Antártida partiendo de suelo americano, y el BS-02, del tipo anfibio (es decir, capaz de capaz de despegar y aterrizar en una superficie de agua o tierra) y que también llegó al continente blanco.
Otro de los protagonistas salientes es un ejemplar del Gloster Meteor, conocido por protagonizar tanto la tragedia aérea de la ciudad de Castelar el 10 de marzo de 1958, en la que 10 personas murieron por el ejemplar que se estrelló cerca de la Escuela Primaria número 17 "General San Martín", como el bombardeo a Plaza de Mayo tres años antes.
La aeronave del museo que sirvió como "cementerio de guerra" y un agregado automotor
Otra unidad notable es el helicóptero Boeing CH-47 Chinook que sirvió como un hospital aéreo que rescataba a los soldados heridos durante la Guerra de Malvinas. Aún conserva el olor a metal característico y el material original junto con una réplica de su sistema de armas.
Para finalizar esta visita virtual, tenemos al primer auto fabricado en serie de la historia argentina, cuyos componentes fueron íntegramente ensamblados en el país: el Anasagasti de 1912.
Quienes deseen visitar el museo pueden hacerlo los fines de semana a un valor de tan solo 1.000 pesos.