Un 11 de junio, pero de 1982, el Papa Juan Pablo II se paseó por las calles del Oeste durante un viaje exprés que realizó a la República Argentina en medio de la Guerra de Malvinas e incluso se dio el lujo de tomarse el Tren Sarmiento para llegar a la Basílica de Nuestra Señora de Luján.
Hoy se cumplen 42 años de la visita al Oeste de Juan Pablo II
El Papa se subió al Tren Sarmiento y recorrió las calles de Haedo y Morón en medio de su cruzada por el Oeste un día como hoy, pero de 1982.
El sumo pontífice llegó temprano por la mañana al Aeropuerto Internacional de Ezeiza y de allí se fue a brindar una misa en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, lugar donde emprendió un largo camino que en unas horas lo dejaría por esta región del Conurbano Bonaerense.
Karol Józef Wojtya circuló a bordo de su papamóvil por un tramo de la Avenida Rivadavia y pasó por las localidades de Haedo y Morón rodeado de miles de fieles, que apostaron tanto en la vía pública como en los balcones y terrazas de los edificios aledaños para saludarlo mientras él levantaba su mano y sonreía.
Tras un encuentro con el intendente de facto Ernesto Rodríguez y el obispo local Justo Oscar Laguna, quienes le regalaron una plaqueta y una imagen de la Virgen del Buen Viaje tallada en plata, subió al andén sur de la estación e ingresó a una formación especial que lo llevaría a la ciudad lujanense. Se vendieron pasajes alusivos y se dispuso de un coche acondicionado para la ocasión (el cual hoy en día forma parte del Tren Museo Itinerante).
La misa del Papa en Luján y su pedido por la paz
Después de pasar por Castelar, Ituzaingó, San Antonio de Padua, Paso del Rey, Moreno, La Reja, Francisco Álvarez y General Rodríguez, el líder de la Iglesia Católica llegó al emblemático templo lujanense para descansar y dar una misa al día siguiente.
En ese evento, pidió por el fin del conflicto bélico "en la paz, la justicia y el respeto de la dignidad de cada nación" junto a una auténtica multitud antes de volver para la Capital Federal. Su solicitud se haría efectiva solo 48 horas más tarde, cuando el Gobierno militar se rindió.