El vínculo entre abuelos y nietos es tan fuerte y tan sabio como un árbol centenario. Y el amor que une a Pablo Carrizo con su abuela Dora no es la excepción. Gracias a un comentario en una red social nos adentramos en el maravilloso libro "Un pasaje a Mechita" y la historia de esta familia vecina de Haedo.
Así, en una entrevista exclusiva para Viví el Oeste, Pablo Carrizo nos invitó a conocer lo que sería su último regalo para su abuela. A través de las páginas del libro vivimos el proceso de despedida de "Dorita" de lo conocido y como, de la mano de su cantante de tango favorito y héroe de la infancia, Agustín Magaldi, se deja llevar a lo que hay "más allá".
- ¿Qué te motivó a escribir un libro sobre la vida de tu abuela?
- Mi abuela siempre se caracterizó por contar historias de forma detallada, de una forma muy divertida. En muchas hablaba de Mechita y su deseo de volver a ese lugar. Cuando su salud empieza a decaer entendí que en vida ya no lo iba a lograr y le propuse una serie de “entrevistas” para que me contara acerca de sus orígenes y esos momentos donde era feliz de niña, y le prometí que con eso haría un texto, no le especifiqué bien que. El verdadero motivo de “Un Pasaje a Mechita” es cumplirle ese deseo que no se le dio en vida, aunque sea en la ficción. Y de hecho siento que es así. Ella está allí en Mechita, junto a sus seres queridos.
- ¿Por qué Agustín Magaldi acompaña a Dorita en su viaje?
- Agustín Magaldi era el “Héroe” de la infancia de mi abuela. Lo escuchaba en la radio junto a su papá (mi bisabuelo), que falleció muy joven (tenía menos de 40). Entonces cuando él murió, intuyo, se aferró a esa música para recordarlo. Dorita tuvo una infancia muy difícil. Según su relato, su mamá falleció en el parto del que sería su hermano. Es una historia que nunca supimos si era verdad. Hasta llegamos a dudar si su papá era realmente su papá… Esas dudas en parte se disiparon porque yo tengo rasgos físicos bastante similares a mi bisabuelo. Un guiño “muy interno” en “Un Pasaje a Mechita” es que todos los capítulos tienen un título de una canción de Magaldi.
- Si tuviera que describir a su abuela en una palabra, ¿Cuál sería y por qué?
-Creo que la palabra que la define es “Honestidad”. Su casa, que fue la mía también hasta que me independicé, era la referencia del barrio. Tanto ella como mi abuelo eran los vecinos a quienes todos acudían cuando tenían algún problema en la casa (mi abuelo era carpintero ebanista “arreglatitu”) o simplemente querían que se las cuiden cuando se iban de vacaciones.
-Al conocer la casa de Dorita en Mechita, ¿Sentiste su presencia?
- Ese momento fue mágico. Te cuento que tuve alrededor de 4 meses el proceso de escritura, trabado, porque no podía encontrar el final de la historia. Entonces le dije a Inés (mi pareja): “Tenemos que ir a Bragado y Mechita, no sé bien a buscar qué, pero algo vamos a encontrar”. Era un domingo por la mañana. No había absolutamente nadie en la calle. Solo cruzamos un señor que iba en bicicleta y otros dos charlando a un par de cuadras. Al llegar a cercanías de la casa, un perro salió cruzando la calle realmente como si nos conociera, como si fuésemos sus amos, me acuerdo con la fuerza que le lamía las manos a Inés. Parecía que lo hubiese mandado alguien. A partir de ahí supe como terminar la historia y me traje de ese viaje el final del libro.
¿Por qué Haedo?
-¿Qué representaba para vos el barrio de Haedo?
- Me es difícil describir con palabras lo que significa Haedo para mí. Siento que es mi lugar en el mundo. Estuve viviendo un breve tiempo en otro lado y me sentía sapo de otro pozo. Extrañaba, siempre con el deseo de volver. Hay algo que nos identifica a los Hadenses y a nuestra “República Separatista de Haedo”. Creo que es una ciudad pequeña con una historia grande. Para mi abuela, como conté antes, las reuniones con sus amigas y el lugar donde crecer y formar una familia. Donde más la recuerdo es cada vez que paso por un terreno baldío que está a una cuadra de mi casa, sobre la calle Suipacha y que desde tengo uso de razón permanece así. Allí la acompañaba todas las noches, cuando era niño a darle de comer a unos gatos (los animales, otra gran pasión de ella)
La historia de Mechita
Mechita es una localidad de la provincia de Buenos Aires ubicada entre Bragado y Alberti. El origen del pueblo se remonta a 1904 cuando, con la construcción de unos talleres ferroviarios de la línea Sarmiento del Ferrocarril Oeste, (tras la prolongación de las vías desde Chivilcoy hasta Bragado) nació la necesidad de contar con un depósito para locomotoras.
Al no llegar a un acuerdo por las tierras en Bragado, es el propio Manuel Quintana, Presidente de Argentina en ese entonces, quien dona los campos de su familia para la construcción de los talleres. De ahí entonces el nombre de la localidad, en honor a Mercedes, nieta de Quintana.
¿Quién es Pablo Carrizo y cómo tener el libro?
Pablo, además de ser vecino del oeste, es actor, escritor y artista multimedia de Morón. Pero Un pasaje a Mechita no es su ópera prima, en 2017 estrenó el documental "Camino a Casa" donde narra la travesía de varias familias hasta llegar a la concreción de sus propios hogares en el barrio Procrear Morón. Un pasaje a Mechita es su segundo libro, siendo sucesor de "Buenomuyamable", publicado en el 2020.
El libro se distribuye de forma personal. Hasta el día de hoy no está en ninguna librería. El autor confirma que le ha puesto valores económicos para que esté al alcance de todos en sus dos versiones tanto el físico como la versión PDF.
Para conocer la historia detrás de Un pasaje a Mechita pueden buscarlo en Instagram cómo @pablohcarrizo